lunes, 1 de agosto de 2011

Contadores digitales

Lo que viene a continuación es una anécdota pero que puede convertirse en categoría. Y se trata de la fiabilidad de los contadores presentes en las redes sociales. En el caso que viene a continuación nos referiremos a Twitter y a su viejo y nuevo sistema de contar.
Un día cualquiera, uno de los tweets programados recibió un infrecuente número de retweets. Al parecer una afluencia ingente de público encontraba muy interesante dar a conocer la dirección del web donde se hablaba de tres direcciones web donde desde la nube (in the cloud) te revisaban el ordenador para limpiarlo de virus.
El caso es que con el paso de las horas el número de retweets (repeticiones del tweet, para entendernos) fue creciendo de forma desmesurada, llegando a una cifra respetable...
Como se puede ver, digna de provocar envidia en múltiples foros. En esos momentos, mi propensión a agradecer estos retweets fue mayúsculo, especialmente por la dificultad de llegar a todo el mundo (cegado por tan  brillante tweet). Al ver que los señores de Twitter sólo me mostraban los 15 últimos atentos usuarios, me forcé a saltar a la interficie más moderna, temporalmente hablando, para ver si podía localizar las 598 personas para empezar a dar muestras de gratitud (por tan inmerecido premio). Dicho y hecho. Y he ahí lo que el nuevo Twitter me indicaba.
No sólo no me permitía acceder a los tropecientos twitteros cegados por el brillante tweet, sino que me reducía las cifras con un espléndido 100+ others (cien y pico, en román paladino). Y sin acceso a más de una docena de personas a las que agradecer el detalle del día. (Una docena entre cientas!)
De regreso al viejo Twitter, sin embargo, el ángulo de visión varió sustancialmente.
De unas cifras interesantes, se pasó a otras aún más.
Y en cuestión de minutos, los datos entraron en barrena.
La situación era para desesperar a uno (imposible agradecer a estos twitteros). Vete a saber si la envidia crecía entre los seguidores —siendo uno mas sujeto paciente que nunca. Y para mayor detalle, durante la jornada el número de nuevos seguidores o followers había sido más raquítico que el día de año nuevo. 
La escalada sigue su curso y verdaderamente cada vez más dudamos de  la bondad suprema de nuestro tweet (sin querer, ni mucho menos, desmerecer el post de su autor). 
Así que nuestra duda deberá de trasladarse a la fiabilidad de los contadores, ya que si un nuevo contador —el del bit.ly, en este caso no nos engaña, la web del tweet que prometía tales ventajas y que motivó fantásticas difusiones vía retweet, no fue visitada por casi nadie.
No dejemos, pues, que los números se nos suban a la cabeza, y en muchos casos, como el nuestro, una cura de humildad nunca viene mal a nadie.Actualizando cifras
Ya hace muchas horas que los contadores finalizaron la cuenta. Ahí los resultados para la reflexión.

Siempre queda la amargura de no poder agradecer tanta inesperada atención. Y más cuando...
...quien debería haber sido foco de curiosidad, por nuestra vía, recibió poca.