miércoles, 1 de mayo de 2013

Por una auténtica alfabetización digital - 1

La alfabetización es un hecho relativamente reciente. En España, en 1841, un 90,79 por ciento de los españoles no sabía leer ni escribir; en 1860, esta cifra quedó reducida a un 75,52 por ciento. Se sabía que la alfabetización era necesaria y durante décadas se ha estado trabajando por conseguir esta meta. Pero ahora lo que se entendía por alfabetización ya no es suficiente. Se precisa un gran esfuerzo para alfabetizar con contenido digital a amplias capas de la población y, al parecer, no se está por la labor (en todo caso, de manera adecuada).
Empecemos por lo que dictaba el anterior plan de educación. Según él, era el propio centro escolar el que decidía las horas semanales dedicadas a la alfabetización digital. Si examinamos el programa completo de la ESO, y tomamos como ejemplo un centro escolar de Castilla y León, observaremos que no abundan las horas dedicadas a la alfabetización digital. “Ya aprenderán por sus propios medios” —parece ser la consigna (lo cual es cierto pero sólo hasta cierto nivel).
El programa pinta así:
Olvidémonos, por otro lado, de la asignatura de tecnología que aparece en los distintos cursos de la Enseñanza Secundaria Obligatoria, ya que su contenido trasciende mucho los objetivos de la alfabetización digital.
Veamos como ejemplo el siguiente:
Vayamos, en este repaso urgente, al nuevo proyecto educativo (LOMCE) que está en estos momentos elucubrando el Ministerio de Educación, donde por lo que se trasluce tampoco pretende esmerarse en este objetivo. Al parecer, se continua con la inercia de otras épocas, dando algunos toques de pincel por aquello de salvar las apariencias.
Cuando se habla, sintéticamente de las TIC y se añade que "se trabajarán en todas las materias" lo que se está diciendo es que no se trabajará en ninguna específicamente.
A propósito, ¿qué quiere decir LOMCE? Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa. 
Estos caballeros, ni en el nombre de la ley han tenido acierto. Visto el fracaso escolar durante años, como indican los informes PISA, y como más indican las cifras de paro de gente que ha "progresado adecuadamente" según el argot del proteccionismo escolar (que ha ido aprobando alumnos cuyo esfuerzo estaba de vacaciones), es más que dudoso que se pretenda y pueda mejorar algo inexistente. 
O se toman las riendas en este aspecto por lo que hace a la población escolar o la alfabetización real y necesaria en el tiempo presente y el inmediato futuro la digital— será inexistente. Sí que los alumnos saben y sabrán manejar un móvil; que harán proezas con su smartphone e incluso que sabrán copiar mediante este dispositivo (muchos de sus profesores están a años luz de esta sapiencia). 
No nos vamos a extender sobre lo que va a significar esa ignorancia digital en la economía, el nivel de vida y la frustración personal de nuestros jóvenes estudiantes cuando las exigencias profesionales los arrinconen en la cuneta del siglo.
En otras palabras, ir más allá de un somero uso de la tecnología digital exige otros planteamientos. ¿A qué nos referimos?
Imprescindible en alfabetización digital a nivel escolar
El dominio que deberían de adquirir nuestros escolares, de forma gradual, a partir de los 12 años (y en algún ítem, quizás antes), habría de alcanzar los siguientes aspectos y ámbitos:
  • Técnicas elaboradas de búsquedas. 
  • Sistemas para descubrir los primeros espadas en una profesión o actividad profesional, en un sector, industria, etc.
  • Dominio de las técnicas para traducir textos de idiomas desconocidos —acompañada de la actitud de ampliar las áreas geográficas y lingüísticas, donde también se da tanto el conocimiento como el comercio; el saber, el ocio y el negocio.
  • Sistemas para descubrir los principales foros, webs y blogs de mayor impacto y trascendencia orientado a sus intereses (educativo, profesional, ocio, etc.).
  • Técnicas para detectar las principales tendencias en profesiones específicas y en actividades relacionadas con un sector determinado.
  • Forma de obtener de inmediato información sobre becas, cursos online, formación tradicional, etc., que le permita chequear alternativas tanto de carácter formativo de primer nivel como complementarias.
  • Habilidad para descubrir nuevas herramientas digitales que le ayuden a mejorar y ampliar su información y el trabajo sobre esta.
  • Autonomía en mantenimiento de los dispositivos digitales de uso habitual.
  • Autonomía en seguridad digital. Saber cómo solucionar problemas ocasionados con un ataque de malware, phishing, suplantación de identidad, etc.
  • En un nivel escolar avanzado, técnicas para ir controlando los diversos congresos internacionales y meetings relacionados con sus expectativas profesionales. 
  • Gestión de la identidad y reputación en el mundo digital.
Pero la alfabetización digital (o analfabetismo funcional digital) no queda limitado a este importante sector que hemos descrito —el que tiene edad escolar. Hay amplios sectores de la población que precisan importantes dosis de instrucción digital para evitar que sean marginados por los avances derivados de las tech, como los comerciantes, los profesionales e incluso los business angels, de los cuales hablaremos en un próximo post.