viernes, 25 de octubre de 2013

Cambio de era laboral

Luces del alba digital o la oferta de jobs en Francia.
Un buen indicativo del cambio de era en la que nos encontramos lo podemos hallar en las ofertas laborales del país vecino, Francia. Y no es que sea un país de grandes y altisonantes empresas informáticas y de telecomunicaciones (aunque nos puedan sonar Alcatel-Lucent, Capgemini o STMicroelectronics), pero sí que parece que sus empresas han despertado. Se dan cuenta de lo que los tiempos plantean sobre exigencias digitales, y quieren ponerse al día. 
Las cifras que siguen nos indicarán su empeño. También por las cifras, detectaremos sus carencias y sus vértigos. Otros países, que hoy no vamos a mencionar puesto que ya lo hicimos hablando de nuestra universidad, aun duermen mecidos en un sueño analógico, esto es, mentalidad siglo veinte; no muy alejada de 1990. 
La cifra más alta que ha estimulado nuestra búsqueda se la lleva el número de ingenieros informáticos que se demandan hoy en el país galo: 10.354.
Justo una cifra casi idéntica —¡ironía al canto!— a la de periodistas en paro en nuestro país, y tal vez también de habla francesa. Porque de journalistes, hoy por hoy, sólo precisan 148, en un país de más de 65 millones de habitantes.
Demos paso a más cifras que pueden plantearnos ideas y sugerencias profesionales:
Technicien informatique, ayer 4339. Ahora mismo 4351.
Responsable informatique, ayer 9450. Ahora mismo 9702.
La gente orientada a las letras puras deberá de reciclarse y no sirve sólo dominar idiomas extranjeros. En Francia, hoy por hoy, la demanda es escasa. ¿Que tal si nos pasamos a marketing? Aquí las cifras apabullan y deberían de iluminar a muchas mentes. Veamos:
Traducteur, ayer 78 vacantes. Ahora mismo 79.
Responsable marketing, ayer 6598. Ahora mismo 6684.
Los geólogos están de capa caída si los comparamos con cocineros, pasteleros o ayudantes de cocina (second cuisinier).
Pero, ¿cuántas ofertas hay para geólogos?
Son estas cifras muy recientes, de ayer mismo, que hoy como vemos ya han cambiado. Pero que marcan tendencia. Indican el camino por donde se está circulando. Otros -¡ay!- están perdidos en un bosque, donde aún no ha amanecido y se empecinan en no querer ver las primeras luces del alba digital, que aparecen en lontananza. Se niegan a ver el cambio de era.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Una universidad alejada de la realidad del mundo digital

Si nos atenemos a los datos obtenidos en una laboriosa búsqueda de empleo en Indeed e Infojobs, se puede decir que una buena parte de los actuales estudios universitarios son una vía directa hacia el fracaso profesional, además de una pérdida de tiempo y de frustración añadida. 
Los datos no pueden ser más claros. Hay una serie de ofertas universitarias que no dan la talla respecto a la oferta de trabajo y las cifras son apabullantes. Lo más grave es que no existen estudios profundos sobre ello —o de existir no se difunden con la intensidad necesaria— y que sirvan para dar carpetazo a unas históricas facultades que en la actualidad sólo son un camino directo a una imposibilidad profesional y una derrota vital. 



Ofrecer en la actualidad, por ejemplo, estudios de periodismo sin que existan numerus clausus o sin decir que no hay ninguna garantía de encontrar trabajo con este título universitario, equivale a un robo a mano armada. Ya que se engaña a los estudiantes de este país y de estos tiempos, por no avisar que hoy por hoy —y este hoy tiene una larga cola— con estos estudios sólo muy pocos profesionales obtendrán un trabajo orientado en lo que han estudiado durante varios años. 
Pero las universidades, por miopía o por su cariz cercana a las élites extractivas, no tienen ningún reparo en vender sus productos culturales, ya sean carreras como Arqueología, Historia, Sociología o Bellas Artes —especialidades verdaderamente hermosas, pero que casi no tienen mercado
¿Qué dice la universidad de Barcelona a propósito de las salidas que podrá tener un licenciado en Historia? ¡Veámoslo!


Pero la realidad es dura y cruda; fuera de las ofertas (muy pocas) en la enseñanza, nuestros licenciados en Historia deberán de buscarse la vida en otros quehaceres más allá de la investigación y la enseñanza, y muy posiblemente en cosas que no se necesitaban cuatro años de estudio...
A día de hoy, las ofertas para una serie de licenciaturas universitarias, en las ciudades más pobladas de España, son las siguientes:
Ofertas de trabajo según licenciaturas
Las primera cifras son las oferta a día de hoy presentes en Indeed; las segundas las que nos muestra Infojobs.

¿Conocen nuestros bachilleres, los futuros estudiantes universitarios, algunas de las salidas profesionales con más demanda? ¿Existen —permítasenos esta pregunta retórica, cuya respuesta negativa conocemos — en los centros escolares orientadores preparados para encarrilar a nuestros potenciales profesionales hacia aquello que tiene mercado, que nuestro país necesitará y que ellos se verán recompensados, no sólo económicamente sino también de manera profesional y vital?

El hecho es que el mundo ha cambiado enormemente y que hay profesiones que están a punto de extinguirse. Y los cambios que se avecinan —muchos y profundos; entre los cuales está la automatización de tareas y la digitalización de muchos trabajos— harán que sea necesaria una nueva orientación profesional, un mayor esfuerzo intelectual y estar ojo avizor sobre las tendencias laborales que están apareciendo. Y no dudemos de ello, como antaño, pero ahora con mayor velocidad, seguirán desapareciendo del mapa de la historia oficios, que hasta ahora se consideraban eternos.
PS. Lejos de aquí, donde aún se escribe el futuro, no dejan nada al azar (ni en manos de gente sólo interesada en conservar un empleo universitario), ya han desarrollado una aplicación dirigida a los más jóvenes.
Mediante la aplicación JA Build Your Future, los más jóvenes pueden explorar más de 100 carreras profesionales, ver qué estudios se requieren y conocer los ingresos potenciales que ellas pueden reportar, así como los costes de este aprendizaje. Es bueno que desde muy temprano se conozcan algunos elementos del propio futuro. Quizá ello impida que se prolongue en demasía la tentación infantil de no asumir responsabilidades.