martes, 4 de marzo de 2014

Automatización y robots

 El futuro del trabajo y el trabajo del futuro
Dos economistas ingleses de la universidad de Oxford, se han atrevido a publicar un estudio de más de setenta páginas donde presentan un ranking sobre las tareas que pueden, en un plazo no mayor de veinte años, ser sustituidas por la robotización y la inteligencia artificial. Estos campos tecnológicos, que están avanzando con nuevas y fértiles investigaciones, están remodelando un futuro que tendrá gran incidencia en el campo laboral. Hay una serie de trabajos hoy existentes que desaparecerán del mismo modo que muchas labores manuales de la sociedad preindustrial pasaron a la historia con la irrupción de las aplicaciones de la máquina de vapor. Y de la misma forma que aquel cambio técnico e industrial creó una división entre una y otra época, la introducción a gran escala de la inteligencia artificial y la automatización llevará a los museos muchas de las tareas actuales.
El trabajo llevado a cabo por los investigadores Carl Frey y Michael Osborne, ha tenido por base el análisis de 702 ocupaciones del mercado laboral de Estados Unidos. Y en su estudio "El futuro del trabajo: ¿cuán susceptibles son los empleos de volverse computarizados?", no dudan en afirmar que cerca del 47% de los empleos presentes en las sociedades occidentales, tomando como ejemplo los Estados Unidos, se encuentran en riesgo de ser reemplazados por algún sistema de automatización en las próximas décadas.
Y subrayan los autores que mediante su estudio ofrecen “una prueba más que los salarios y el nivel de instrucción muestran una fuerte relación negativa con la probabilidad de la "computarización" (automatización) de empleos”.
Existe un paralelismo en el mundo laboral y educativo que tiene que ver con las tareas con mayor o menor implicación cognitiva. Así mientras empieza a haber un aumento en los empleos en trabajos cognitivos (y con altos ingresos) y en los de ocupación manual de ingresos bajos, hay una disminución de los trabajos orientados a efectuar tareas rutinarias.
Y ello es debido al gran cambio que se ha experimentado en los últimos quinquenios. Si hasta hace poco la informatización se había limitado a las tareas de rutina que podían ser transformadas en actividades basadas en reglas explícitas, ahora con algoritmos para datos grandes (los big data) se está entrando en unos dominios donde se da el reconocimiento de patrones que puede conllevar fácilmente la sustitución automática del trabajo en una amplia gama de tareas cognitivas no rutinarias. Por otro lado, las avanzadas investigaciones en robots que están perfeccionándose en sensores y movimientos (léase “destreza”), permitirá que estos ingenios mecánicos estén mejor preparados para asumir más tareas de carácter manual. Ante ello, es muy alta la probabilidad de que cambie la naturaleza del trabajo en todas las industrias y ocupaciones.
En sus reflexiones últimas, los autores subrayan el cambio que a su parecer se avecina. 
"Nuestros resultados implican que, con la carrera tecnológica hacia adelante, los trabajadores poco cualificados deberán de ser reasignados a tareas que no son susceptibles de automatización —es decir, a tareas que requieren inteligencia creativa y social. Estos trabajadores, para ganar este pulso, tendrán que adquirir habilidades creativas y sociales."
Los trabajos que conservarán su impronta humana en las próximas décadas son los siguientes:
En cambio, los empleos que tienen altísima probabilidad de ser efectuados por robots o mediante procesos automatizados son los siguientes:
En medio de ambos, una panoplia de empleos que se verán, con seguridad, impactados por estos avances tecnológicos. Se avecina una época en que es aventurado dejar al azar o a la simple intuición la tarea de decidir el propio futuro profesional